Nos encontramos ante el puerto milenario de Jope, el más antiguo de todo Israel y que en ningún momento ha cesado de funcionar como tal. En Las Escrituras encontramos que durante la construcción del Templo, las maderas del Líbano llegaban aquí:
…y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que necesites, y te la traeremos en balsas por el mar hasta Jope, y tú la harás llevar hasta Jerusalén. 2 Cr. 2:16. Esta es la respuesta del pacto de Salomón con Hiram.
De la misma forma, en la época de Edras y Nehemías, el rey Ciro de Persia regaló materiales para su reconstrucción:
…asimismo comida, bebida y aceite a los sidonios y tirios para que trajesen madera de cedro desde el Líbano por mar a Jope, conforme a la voluntad de Ciro rey de Persia acerca de esto. Esdras 3:7b.
Como vemos en La Biblia este puerto ha permanecido desde tiempos inmemoriales en actividad hasta ahora. Pero no se queda solo ahí la narración bíblica sobre esta ciudad, sino que podríamos recorrer el Antiguo Testamento y también el Nuevo y siendo protagonista de grandes eventos de la Historia Bíblica. Quizás uno de los más conocidos sea cuando el profeta Jonás huye de Dios:
Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová. Jonas 1:2-3.
Cuánto tenemos que aprender de Jonás, por que tantas veces nuestra situación y rebeldía es la misma que la de él. Intentamos argumentar con Dios, y aunque veamos que sus argumentos son contrarios a los nuestros, todavía pensamos que tenemos la razón nosotros… Queremos forzarlo, pero el resultado es, si somos siervos suyos, que vamos a ser moldeados, restaurados y aprenderemos que por encima del ser creado esta siempre El Creador, y por encima del salvado El Salvador.
Jonás tuvo que verse en una situación limite en su trato con Dios. Él fue un hombre para el que Dios tenia un propósito y mientras Jonás quería escapar de Dios, fue puesto en medio de una tormenta, vientos fuertes, un mar enfurecido y finalmente un gran pez y todo con el propósito que aprendiera y se humillara. Jonás se rebeló, hizo su propio juicio de los de Nínive, no admitió las ordenes de Dios, por eso su rebeldía humana necesitaba ser quebrantada.
Ningún siervo de Dios puede quedar sin transformación: Moisés necesitó de 40 años para estar preparado; Pedro tuvo que rendir muchas veces sus criterios ante el mismo Adonai ( Señor) y aun después ante los gentiles. Pero en el caso de Jonás su propia rebelión lo lleva a ser lanzado al mar y en esa situación de máximo peligro, de situación limite, entonces se rinde a Dios y clama:
Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé,Y mi voz oíste. Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,Y me rodeó la corriente;Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;Mas aún veré tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeóme el abismo; El alga se enredó a mi cabeza. Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Jonás 2:3-6
Ser capaz de aprender de Dios, dejarnos restaurar y someternos a la voluntad de Su Palabra en obediencia absoluta, es lo que Él va a reclamar siempre a un siervo suyo. En las peores circunstancias Jonás buscó a Dios y allí Él le respondió para que regresara al lugar donde lo había enviado. Era tanta la rebeldía que sentía Jonás que prefería morir antes de obedecer. Finalmente se dirigió a Ninive, pero en el fondo el profeta no quería que ninguno de ellos se arrepintiera. En su razonamiento y su criterio humano quería su destrucción, pero tuvo que aprender de Su Dios, que no valen nunca nuestros absurdos criterios, ni nuestros razonamientos, que pueden ser altamente lógicos, pero a pesar de «nuestra lógica» nunca debemos desobedecer a Dios.
Dios va a restaurarnos y nos llevará en situaciones limites a clamar a Él y va a responder. En la próxima reflexión seguiremos con Jope y seguiremos viendo, aprendiendo y entendiendo, todo lo que nuestro Adonai, quiere mostrarnos a través de hechos registrados en Su Palabra y que ocurrieron en esta ciudad.
Que Él Maestro vaya poniendo necesidad de descubrir y adecuar las circunstancias de los grandes hombres de la Biblia, como modelo para entender que necesitamos dejarnos moldear hasta ser lo humildes que debemos de ser para que algún día pueda decirse de nosotros, a pesar de nuestra auto suficiencia, que fuimos trasformados como Moisés hasta llegar a ser: “El hombre mas manso de toda la tierra”
Que Nuestro Adonai nos guarde, bendiga y nos haga entender. Amén
Autor: Gonzalo Galán Rico