¿SEMANA SANTA?

Mis amados, ruego en oración que podáis ver en este escrito que no hay voluntad de herir sentimientos, ni de expresar mi propia opinión, sino que sólo intento, con autentico temor y temblor,  poner en claro ciertos aspectos que,  a la Luz de La Palabra, son ajenos a Voluntad de nuestro Dios.

Filipenses 2:5-11
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en (El Mesías) Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de (Yeshúa) Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que (El Mesías) Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”

Si decimos y confesamos que somos hijos suyos, en nosotros debe estar la necesidad de obedecer a Dios y no a los hombres. ¡Hagámoslo!  Tenemos su bendita Palabra que, de forma efectiva, quiere ser Lumbrera en nuestro camino.

Sé que cada vez buscamos lo más cómodo, y con desidia casi inconsciente, hacemos lo que hacen todos… o como se ha hecho siempre, (razonamientos más comunes) Pero a la luz de La Palabra y de la historia, nos hemos ido alejando de sus leyes, mandamientos y ordenanzas y hemos creado una “liturgia” totalmente humana que no es en ninguna manera, la Voluntad de Dios.

En estos días especiales de la conocida como Semana Santa, debemos saber que no tuvo un comienzo bíblico, sino que se creó en el llamado Primer Concilio de Nicea (año 325 d.C.) concilio llamado Universal y convocado por el Emperador Constantino I. En una errónea decisión, se decretó suprimir la fecha y cualquier otro elemento hebreo de la auténtica Pascua (Pesaj), ordenada por Dios a su pueblo Israel. El robo perpetrado contra el pueblo de Israel, arrebatándole su legítima herencia e identidad como la nación del Pacto.

En su lugar se creó una nueva pascua establecida por hombres y poderosos que la institucionalizaron osadamente, abandonando la voluntad de Dios. Por desgracia, buena parte de la iglesia universal de la época acogió esta nueva tradición como válida, obedeciendo a los hombres antes que a Dios.

Solamente con estos datos irrefutables, preguntaría: ¿Qué piensas de esto? Y por favor, no me respondas que siempre se hizo así, ni que todos lo hacen,  porque eso es falso. Así optamos por ignorar la voluntad y los mandamientos de Dios. Y más doloroso aun, cuando han sido sustituidos por tradiciones y sincretismos totalmente paganos. Creo que a partir de este primer concilio universal comenzó la gran tragedia de la Iglesia.

El apóstol Pablo enseña en Romanos 9:13-24 y Efesios 2:11-22 que los gentiles o naciones que han aceptado el sacrificio del Mesías a su favor, han sido injertados en el pueblo de Israel y por tanto, son partícipes de la misma ciudadanía y los mismos pactos y ya no se tienen que considerar a sí mismos como extranjeros, sino como conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios; esto incluye todos los aspectos de las promesas y pactos dados a Israel, como son sus leyes e instrucciones divinas, que les identifican como una nación especial entre todas las naciones. Y sería en la persona del Mesías llamado el Cristo donde toda esa revelación del antiguo pacto tendría perfecto cumplimiento. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. Lc. 4:21.

En los últimos años, de forma profética, ha comenzado un despertar dentro de un remanente de creyentes de origen gentil, que han entendido que si el Dios de Abraham, Isaac y Jacob les ha injertado en su pueblo Israel, es obvio que, como Rut la moabita, tienen que estar dispuestos a dejar sus costumbres idólatras y paganas y decirle a Israel: Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.  Si este es tu caso, te invitamos a salir de Babilonia con todas sus ramificaciones religiosas, y disfrutes en obediencia de todas las Promesas legadas a Israel, del que somos parte. Si eres un nacido de nuevo y has aceptado al Rey de los judíos Yeshúa, (Jesús) como tu Señor y salvador personal.

Quizás estés pensando erróneamente que puedo ser un judaizante más…Te responderé: Si Dios Todo Poderoso hubiera querido que fuese judío lo sería, pero nací gentil, pero soy cristiano. El problema es tanto el actual pueblo de Israel y la iglesia universal de Cristo ignoran la realidad de estas palabras:

Porque Él es nuestra paz (Shalom), que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación. Efesios: 2:14

Durante estos días  con la ayuda de Dios tengamos claros nuestros orígenes, nuestra identidad, nuestra responsabilidad delante de Dios, del pueblo de Israel, de los hermanos y de los incrédulos. No podemos olvidar el inmenso amor de Dios que envió a Su Hijo para salvarnos y en Obediencia soportó la durísima agonía en Getsemaní, tragando la sucia maldad de toda la humanidad. Nuestro Adonai sí celebro Pesaj (Pascua) como Dios la instituyó y gracias a eso de dos pueblos hizo UNO.

Amén y Amén. ¡Os amo!

Vuestro desde la Gloria Eterna.

Gonzalo Galán Rico.

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