LAS CIUDADES INDOLENTES E IMPENITENTES.

 

 

Desembocadura del río Jordán y el valle de Betsaida en el mar de Gaililea Fuente: http://www.soniahalliday.com

LAS CIUDADES INDOLENTES E IMPENITENTES.

Infografía de Betsaida en tiempos bíblicos. Fuente: https://www.pinterest.com/pin/500532946084041863/

En otras reflexiones, he hablado que en la tierra de Israel las piedras hablan, pero debemos escudriñar las Escrituras para descubrir cómo esas piedras dan testimonio de lo que allí aconteció y de la trascendencia de lo ocurrido.
Betsaida: Beth = Casa; Shaida = Arena, (casa de arena). Esta ciudad aparece en la Biblia repetidas veces durante el ministerio de Nuestro Adonai Yeshúa (Jesús), sabemos que era la ciudad originaria de
Felipe, Andrés y su hermano Pedro: “Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro”. Juan. 1:44, aunque por textos posteriores vemos que Pedro vivía en Cafarnaum.
Pero si tomamos nota de las ciudades por donde se movía el Mesías y siempre según la información que proporcionan los evangelios, podemos enumerar algunos de los acontecimientos principales que ocurrieron allí: Un ciego sanado en Betsaida Marcos 8: 22-26: “Jesús fue a Betsaida, y le trajeron un ciego y le rogaban que lo tocase. Entonces tomando al ciego de la mano, le sacó fuera de la aldea. Después de mojarle los ojos con saliva e imponerle las manos, le preguntó: — ¿Ves algo? Al mirar, él decía: —Veo a los hombres, pero los veo como árboles que andan. Luego puso otra vez las manos sobre sus ojos, …” Aquí descubrimos una vez mas a nuestro Adonai, movido a misericordia y actuando para la gloria de Dios, lo sana perfectamente. De nuevo las formas son inusualmente excepcionales pero el milagro fue manifiesto y tan evidente no sólo a los habitantes de la ciudad sino también a los de esa región. Así, buena parte de la manifestación gloriosa del Mesías tiene relación con la ciudad de Betsaida.
Una de las dos grandes multiplicaciones de alimentos a las multitudes que le seguían, llegando a alimentar por misericordia a 5000 varones (no contaron mujeres y niños), tuvo lugar en esta ciudad: “Y él los tomó consigo y se retiró aparte a la ciudad llamada Betsaida. Pero al saberlo las multitudes, le siguieron; y él los recibió y les hablaba del reino de Dios y sanaba a los que tenían necesidad de ser sanados. El día comenzó a declinar, y los doce se acercaron a él y le dijeron: —Despide a la gente para que vayan a las aldeas y a los campos de alrededor, y se alojen y hallen comida, porque aquí estamos en un lugar desiertoLucas 9:10-17. Cuando somos capaces de escudriñar las Escrituras, Él mismo nos va a hacer descubrir grandes tesoros; Betsaida fue testigo del cumplimiento mesiánico y de las profecías en relación con Nuestro Adonai (Señor).
También fue testigo de su esplendor y de la manifestación de Dios mismo hecho carne, no sujeto a más limitaciones que su inefable amor: “En seguida obligó a sus discípulos a subir en la barca para ir delante de Él a Betsaida, en la otra orilla, mientras Él despedía a la multitud. Y habiéndose despedido de ellos, se fue al monte a orar. Al caer la noche, la barca estaba en medio del mar, y Él solo en tierra. Viendo que ellos se fatigaban remando, porque el viento les era contrario, a eso de la cuarta vigilia de la noche, Él fue a ellos caminando sobre el mar, y quería pasarlos de largo…” Marcos.6:45-52.
En resumen, Betsaida, tuvo el privilegio de ser ciudad originaria de discípulos y apóstoles y ciudad importante de la época, ya que su origen esta claro en la historia, pero esta ciudad privilegiada, bendecida, testigo de prodigios y transmisora de cumplimiento profético y de la misericordia divina, fue totalmente indolente e inmisericorde, siendo acompañada en esta ingratitud por otras ciudades vecinas, relacionadas también con sus discípulos y apóstoles y sobre todo con los tres años de Ministerio de Nuestro Adonai.
La afamada Cafarnaum, cruce importante hacia el norte a Siria y Líbano. Allí residió y predicó nuestro Señor, el principal de la sinagoga le rogó públicamente la sanidad de su hija y nuestro Adonai, movido a misericordia la retornó a la vida; el centurión, que amaba a su siervo, se humilló ante Él de forma sincera y le fue dada la sanidad del siervo; la mujer enferma de flujo continuo, que sólo con tocar el bordón de su talit, (manto tradicional judío con flecos) quedó sana porque salió poder de Él.
Escenario de milagros maravillosos, desde la pesca milagrosa hasta pagar el impuesto del templo con la provisión de un pez pescado en Su Nombre.
En aquellos lugares Jesús dominó los elementos, el viento, y el mar…Pero ante tal maravillosa evidencia estas ciudades fueron indolentes, incapaces de arrepentirse, de volverse al camino establecido y señalado por el mismo Dios.
De Cafarnaum fue dicho por Él mismo: “ELEVADA A LOS CIELOS, HASTA EL HADES SERAS ABATIDA…” Histórica y arqueológicamente ha sido así, Cafarnaum, fue literalmente tragada por un terremoto en el siglo VIII d.C., sólo después de la obra de excavaciones arqueológicas, podemos contemplar ahora esas ruinas de lo que fue… la ciudad elevada a los cielos.

Mapa ciudades Mar de Galilea. Fuente: https://www.urantia.org/es/en-sus-pasos/19

Nuestro Adonai se vio movido a lamentarse por estas ciudades reacias al arrepentimiento (impenitentes) Mateo 11.20-24 “!Ay de ti, Corazín!! Ay de ti, Betsaida! Porque si se hubieran realizado en Tiro y en Sidón los hechos poderosos que han sido realizados en vosotras, desde hace tiempo se habrían arrepentido sentados en saco y ceniza. Por lo tanto, en el juicio será más tolerable para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Y Cafernaúm, ¿serás exaltada hasta el cielo? ¡Hasta el Hades serás hundida!.
Demasiados contenidos alrededor de estas ciudades indolentes, pero hasta la fecha vemos que todo esto ha sido cumplido. De estas tres ciudades solo quedan las tristes ruinas y esas piedras nos confirman el cumplimiento real de estas profecías.
Pero regresemos a Betsaida, la lectura de La Palabra y veamos su sincero dolor por esas ciudades. No seamos como estas ciudades, que habiendo visto y experimentado sus milagros, nunca sintieron necesidad de arrepentimiento. En nuestro entorno y en nosotros mismos, vemos la mano constante de Dios actuando milagrosamente. Quizás hemos sido testigos de maravillas hechas en nosotros, nuestras familias, en nuestras congregaciones y aun así somos indolentes e impenitentes, incapaces de un arrepentimiento genuino y seguimos en soberbia actuando a nuestra voluntad.
El juicio que espera será el mismo que el de estas ciudades… Dios, a través de Su Palabra nos ha hablado, aunque nos sintamos que todo va bien, que hemos sido transportados hasta el cielo – Cafarnaum también lo fue – esa sensación puede no ser real…

Restos arqueológicos de la actual Betsaida. Fuente: http://adaliahelena.blogspot.com/2017/01/betsaida-cidade-de-predro-arqueologia.html

No seamos tampoco como el pueblo a quien reprendió Elías: “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Yhawhe es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.1Reyes 18:21.
Dejemos que sea Su Palabra la que nos hable  y veamos que estas privilegiadas ciudades tienen mucho que ver con  los privilegios que gozamos.  Nuestro Salvador tuvo que lamentarse por ellas amargamente después de haberlas amado y haberles mostrado todo Su  misericordia. Dejemos ya las dudas. ¿Como responderemos? Quiera El Eterno que estas palabras sigan siendo útiles, y obren en nosotros.

 

Os amo. Vuestro en el servicio al Maestro.

Desde la Gloria Eterna.
Gonzalo Galán Rico

www.descubriendojuntos.es

2 opiniones en “LAS CIUDADES INDOLENTES E IMPENITENTES.”

  1. Me emociona, Yo conoci a Gonzalo , Soy Cristiana Catolica y cuando hablo con los mios siempre les digo que no he conocido ningun Cristiano con una fe tan honda como la de Gonzalo, Tenia la palabra de Dios en su cabeza perfextamente ordenada ,,,,y en su corazon, Gracias por este envio.

    1. Gracias Cristina, Gonzalo fue una inspiración y ejemplo de cristiano auténtico. Esas personas sencillas e impactantes que Dios nos concede el gran privilegio de conocer y recordar en nuestro corazón. Como él siempre nos animaba…Shalom y el año que viene en Jerusalén.
      Tuyo en Cristo
      Paco Gracia

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